Saturday, October 18, 2014

DELIRIO

El cielo negro, el hedor de los cadáveres se eleva por encima de las grisáceas ramas de los árboles, la muerte ronda, se mueve arrastrando sus pies por encima de la hierba seca. Repta olfateando y lamiendo los cuerpos inertes, los toca, los acaricia, se excita, los muerde y eyacula. Se arrastra entre el barro sucio, los agarra y ellos se revuelcan acompañándola.

Tienen su mirada perdida, sus rostros deformes y rígidos, sus extremidades contraídas y huesudas. A ella le gusta eso, se regocija rozándose contra esos cuerpos deformes. No sienten, ni siquiera se mueven, ella adora el rigor mortis, adora la rigidez de sus amantes. Su lengua se cuela como una larva inquieta entre sus dientes y con su mano enfermiza comienza a sobar sus partes mórbidas.
Sueña con Dante, sueña con su infierno, lo desea, desea su delirio de muerte. Posee a uno y a otro, y en una orgía desenfrenada despoja de resquicios de vida a todos esos cuerpos apilados, morbosamente tumbados sobre el campo. Y así pasan los años,  follándose a los muertos, lamiendo a los muertos. Y a los muertos se los comen los gusanos, desaparecen, se pudren en su desdicha siendo violados y vejados. Pero hay más, muchos más, cada día hay más cuerpos que tomar, y la muerte se relame y repta, dejando su rastro baboso sobre los restos de aquellos que acaba de profanar.

Wednesday, October 15, 2014

TE VISITARÁ LA MUERTE



Segovia es una ciudad fría y gris. El acueducto, monumento de escavitud, alivio de suicidas y refugio de yonkis se alza majestuoso sobre nuestras cabezas. Dejando pasar entre sus columnas la luz blanquecina del sol de media tarde. Caminamos cuesta arriba, la gente nos mira asqueada, gente con el alma muerta, bastardos. Nos encontramos fachas, cabezas lisas, huecas y brillantes en donde resbalan los argumentos de Freud acerca de la evolución, nos miran con odio pero les aguanto la mirada, necesito un gesto, una palabra, una provocación para caer sobre ellos con los colmillos afilados como un tigre, se abstienen y nos vamos. Sigue nuestro peregrinaje por esta necrópolis de piedra y neón.

- Lo siento está completo - dice la encargada de la pensión -
No nos gusta la escoria con mallas de leopardo y chupas de cuero - interpreto yo -

Seguimos probando suerte en dos o tres más, se está haciendo de noche, alguien sugiere buscar una casa ocupa para pasar la noche. Silencio, inquietud, escepticismo, ganas de aplastarle la cabeza contra la pared más cercana, seguimos.

Al fin encontramos algo parecido a una pensión, un bajo nauseabundo que desprende una extraña fragancia deprimente, está bien, nos quedamos. Alquilamos dos habitaciones, una para Luka y para mi y otra para los demás. Dejamos las cosas y nos vamos a cenar.

Tras la cena y una pequeña ruta turística por antros de anarco-punks nos volvemos al agujero, lo examino bien: sombrío, sucio, con manchas de humedad en el techo y pared, una simple bombilla pende de un cable alumbrando siniestramente la entrada. Hay un hombre grande, moreno, rudo, de mirada firme y expresión impasible fumando un cigarro en la entrada, me estremezco, parece un puto mafioso. Luka se cambia y se acuesta, yo me cambio y rebusco entre mis cosas.

- Mierda! la pastilla! - exclamo -
- ¿No jodas qué no las trajiste? - dice ella -
- No, a joderse, a ver si me duermo de todas formas.

Se acurruca en la esquina y yo doy vueltas por la habitación, ninguno de los dos nos dormimos, me cuenta chorradas, pero yo estoy demasiado ocupado con mis propios pensamientos como para escucharla, examino la habitación: azulejos blancos en las paredes y suelo embaldosado, sin ventana alguna y con cinco enchufes, joder! se han montado una habitación individual en una cocina, Luka sigue con su monólogo, le pido la Cosmopolitan y me voy al baño.

Estoy en una especie de caverna mohosa azulejada, sentado en el water leyendo la Cosmopolitan, ¡qué triste es mi vida!. Cuando la termino empiezo a leer las etiquetas de todos los productos de baño, intenso, muy intenso. Me aburro y vuelvo a la habitación, Luka sigue despierta.

- ¿Qué?, ¿no te duermes? - le digo -
- No

Preferiría estar escuchando las gilipolleces de José Carlos Molina, por lo menos él tiene conversación y una flauta, yo solo una Cosmopolitan prestada y una amiga adicta a la cafeína. Me acuesto e intento dormir, cuando al fin lo consigo me despierta, yo me acuerdo de toda su familia.

- ¿Qué pasa? ¿qué hora es? - pregunto somnoliento
- Las doce, escucha - responde -

Escucho una serie de golpes contra la pared que hacen temblar todo, entre golpe y golpe se pueden distinguir los gemidos desesperados de una mujer! ¡perfecto! !el tipo rudo del cigarro es un gorila descerebrado que machaca a su mujer!

Luka está tumbada en la cama mirando al techo con los ojos abiertos como platos, es gracioso, parece que está muerta. Otro golpe y la pared retumba, ¡joder el tio golpea como un toro!, la pobre mujer grita desesperada en un idioma inteligible, son extranjeros. ¡Pom! otra vez, por lo menos tiene ritmo pienso burlona y satíricamente. Cesan los golpes, el menda debe tener los nudillos igual de gordos e hinchados que su cabeza, o eso o le ha reventado la suya a su mujer. Me duermo.

Estoy soñando, o no, veo la habitación perfectamente, una pequeña mesita donde están amontonadas mis cosas, la puerta de madera clara, los azulejos blancos, el techo oscurecido por la humedad y el humo del tabaco, una mesita de metal verde a mi lado, estoy somnoliento, quizás estoy dormido o quizás no, no lo sé, es una sensación extraña. Estoy ahí en la cama tumbado, no pienso, apenas siento, pero estoy incomodo, pasa algo pero no se lo que es, de repente veo una sombra negra, una masa informe justo al lado de la puerta, hay silencio, pero esa cosa se mueve, se acerca. Ahora lo veo más cerca y mejor, una masa negra, con patas de araña retráctiles apoyándose en el suelo sobre cuchillas, es una jodida araña enorme con cuchillas, estoy soñando, seguro, esto no puede ser real. La cosa se levanta haciéndose el doble de grande, sobre sus mugrientas patas negras. La masa informe por lo que está constituida es una especie de cuerpo calcinado, es negro y rugoso, parece carne quemada, se acerca a mí, y la veo justo a mi lado junto a la mesita de metal verde.

Estoy quieto, siento mi respiración, solo oigo mi respiración agitada y el latir de mi corazón mientras esa masa de carne negra se acerca hacia mí. Lentamente contemplo como una bola va saliendo lentamente de su interior, está tan cerca de mí que casi puedo escucharlo, como la respiración entrecortada de un asmático, respira fuerte y pesadamente, y lo veo cara a cara. Es la cabeza de un niño pequeño, calcinado como el resto del cuerpo, negro y rugoso, su cara tiene un gesto tenso de dolor, casi esquelético, sin nariz, su boca no tiene dientes y sus labios se confunden entre sí. Tiene los ojos hundidos y me contempla moviendo lentamente la cabeza con un movimiento hipnótico mientras siento su aliento en mi cara, está así unos segundos y de repente se va. Tengo taquicardia, esa cosa se ha ido, estoy en el mismo sitio pero ahora soy consciente de lo que pasa. Miro nerviosamente a mi alrededor, estoy sudando y mi corazón late a cien por hora, pero no hay nada, todo en calma. Luka está a mi lado pero esta durmiendo, ha sido solo una pesadilla.

Hay gente que opina que mientras dormimos nos desplazamos por diferentes niveles o planos. Hay quien opina que en el primero de esos niveles, en el primer nivel inmediatamente superior al que vivimos cuando estamos conscientes, viven entes extraños, energías malignas que pueden colarse en nuestros sueños y tomar la forma de nuestros miedos y temores para asustarnos. Yo simplemente opino, que aquel día sentí el aliento de la muerte en mi cara.

RATAS DE LA NOCHE

Vagamos como almas errantes
por las calles de la ciudad,
cual ratas malditas,
víctimas de la soledad.

Buscando el camino
de los sueños perdidos,
la esperanza muerta
que por vicios vendimos.

Cuatro perros sarnosos,
cuatro artistas mancos,
vidas llenas de muerte
que sangran a llantos.

La condena a vivir
que se nos ha
impuesto al nacer
no conseguirá callarnos,
seguiremos siendo el corazón
de este mundo amargo.